Jason Reitman toma el relevo de su padre Ivan Reitman en una película que hará las delicias de los fans de la saga y está cargada de guiños nostálgicos y referencias.
Este viernes 3 de diciembre llega a los cines de toda España Cazafantasmas: Más allá, la esperada secuela de la saga que rompió las taquillas en 1984 y -en menor medida- en 1989 con su segunda parte. En esta ocasión es el propio hijo del realizador de las originales, Jason Reitman, quien toma el relevo de su padre a los mandos de la dirección.
El responsable de Juno o Up in the Air saca su lado más divertido y nostálgico para entregar al público una cinta que está llena de referencias al filme protagonizado por Bill Murray, Dan Aykroyd, y Harold Ramis, y que funciona como un auténtico 'fan service' de calidad. Con motivo de su lanzamiento exclusivamente en cines, te traemos un especial con las claves para disfrutar de esta nueva entrega y de la historia de la franquicia.
Vuelta a la película original
Para disfrutar en plenitud de Cazafantasmas: Más allá es más o menos necesario -aunque no obligatorio- haber visto la Los cazafantasmas de 1984. En una de las décadas más recordadas para el cine de entretenimiento, los cómicos Dan Aykroyd y James Belushi -que venían de triunfar con Granujas a todo ritmo- comentaron una idea de una película y entregaron un borrador de guión al director Ivan Reitman: se trataba de una película protagonizada por ellos dos y el emergente Eddie Murphy sobre un equipo que liquidaba espíritus en el espacio. Al realizador no acabó de convencerle la idea y se trajo a Harold Ramis con quien había trabajado en El pelotón chiflado para elaborar un nuevo libreto mano a mano con Aykroyd. Fue entonces cuando convencieron a Columbia Pictures para producir la película, siempre y cuando esta se pudiese estrenar en junio de 1984.
Tras la muerte de Belushi en 1982 el proyectó sufrió un serio revés, pero pronto se pensó en el irreverente Bill Murray (al que Reitman había dirigido en un par de ocasiones). Este aceptó, pero debido a su carácter no se sabía si finalmente estaría en la película o no. El que sí que se cayó del proyecto fue Eddie Murphy, ya que tenía un caché muy alto y una apretada agenda, por lo que el peso cómico de la cinta recaería básicamente en Murray. Así fue como se modificó el guión y se incluyó al personaje de Winston, un papel con menos peso que el trío principal que asumiría el actor Ernie Hudson. Tras superar varios problemas de producción -debido a que el título ya lo tenía la compañía Filmation y la adquisición de Columbia Pictures por parte de una conocida multinacional de refrescos- la producción por fin pudo arrancar.
El filme narra la historia de tres científicos que cambian su trabajo en la universidad por un prometedor negocio como cazadores de espíritus. Con una mochila de protones diseñada por ellos mismos a la espalda y una trampa donde atrapar a los entes "ectoplasmáticos", comienzan a labrarse un nombre en la ciudad de Nueva York. Todo se complica cuando una mujer llamada Dana Barrett (a la que da vida la actriz Sigourney Weaver) aparece en su oficina para decir que algo extraño sucede en su apartamento: los objetos parecen moverse solos y de la navera surge una voz de ultratumba que grita 'Zuul'. Lo que desconocen los protagonistas es que están a punto de enfrentarse a una fuerza maligna milenaria a la que mesopotámicos y sumerios rendían culto.
Los cazafantasmas está disponible en la plafatorma de 'streaming' Netflix.
Una secuela algo más descafeinada que la original
Debido al éxito mundial de Los cazafantasmas, la maquinaria del marketing se desató: se lanzó una línea de juguetes y una popular serie de animación con historias autoconclusivas completamente novedosas. Esto último es bien curioso, ya que la compañía Filmation -con quien Columbia ya litigó por la propiedad del nombre Ghostbusters- había lanzado unos pocos años una serie animada, inspirada a su vez en la serie de acción real emitida en 1975 The Ghost Busters; protagonizada por dos torpes héroes y un enorme gorila al que tenían de mascota.
Como los fans clamaban por una secuela, y el jugoso botín que Columbia Pictures esperaba hacer con ella, la productora trató de convencer por todos los medios al director Ivan Reitman y al reparto original para lanzarse a hacerla. Todo el equipo de la primera entrega no estaba convencido, ya que consideraban Los cazafantasmas como una película redonda y sin necesidad de hacer Cazafantasmas II. La compañía, incluso, llegó a amenazar con contratar a otros actores y otro realizador, pero éstos no querían que el trabajo cayese en otras manos. Al parecer, al que más costó convencer esta vez fue a Bill Murray que se mostraba reacio a participar desde el primer momento y que había tenido -supuestamente- varias rencillas con su compañero en la gran pantalla Harold Ramis. Al final aceptó con la condición de que el personaje de Winston (al que interpretaba Ernie Hudson) tuviese el mismo protagonismo que sus compañeros. Como curiosidad al casting se unió Max von Sydow, que prestaría su voz al villano de la función: Vigo el Cárpato (encarnado por el boxeador alemán Wilhelm von Homburg).
El filme narraba cómo el equipo se había separado tras salvar a Nueva York de la amenaza de Gozer y, mientras Ray y Winston se dedican a amenizar cumpleaños infantiles, Peter y Egon se encuentran totalmente desvinculados de su proyecto en común. Pero, los dos primeros descubren que por las alcantarillas circula una sustancia ectoplásmica que reacciona a toda la mala baba que destilan los vecinos la gran urbe. Todo se complicará cuando entre en escena una pintura de un antiguo tirano moldavo llamado Vigo el Cárpato, el cual parece estar encantado y pone los pelos de punta a Dana Barret (a la que vuelve a interpretar Sigourney Weaver), que ahora trabaja en el museo. Cuando son juzgados por entrar en el alcantarillado, el equipo demostrará que existe un gran peligro y tendrán que volver a entrar en acción -una vez más- para resolver la situación.
Cazafantasmas II recibió unas críticas algo tibias y no tuvo el éxito de la primera entrega (ya que 1989 fue el año en taquilla de Batman e Indiana Jones y la última cruzada), a pesar de ser una película muy divertida y más terrorífca que su predecesora. Por ello, la saga parecía abocada a desaparecer, al menos en su versión en pantalla grande.
Dan Aykroyd, años a la búsqueda de una tercera entrega
A pesar de que tras la segunda entrega de 1989 no parecía que se fuese a realizar una segunda entrega, hubo un miembro del equipo original que buscó con insistencia sacarla adelante: Dan Aykroyd. Tras el éxito moderado de Los Caraconos en 1993, la carrera del popular actor cómico comenzó a entrar en declive, por lo que volvió a la idea de rescatar la idea de ponerse manos a la obra con Cazafantasmas 3. De hecho, el propio Aykroyd realizó un cameo en la película de 1995 Casper en la que aparecía muy brevemente como el Dr. Raymond Stantz.
El principal impedimento era, una vez más, la negativa de Bill Murray. El popular cómico tenía una curiosa exigencia para que el proyecto tuviera luz verde y esa era que su personaje (Peter Venkman) muriese en la película. Debido al carácter familiar que había tomado la saga (especialmente gracias a la serie de animación y al tono de Cazafantasmas II), esta idea se antojaba imposible. Además, en 2014 la idea de Aykroyd sufrió el más duro de los mazazos: y es que el actor y director Harold Ramis (que había encarnado a Egon Spengler en los dos primeros largometrajes) fallecía a los 69 años, víctima de una vasculitis que arrastraba desde hacía tiempo.
El filme cosechó buenas críticas antes de su estreno, algunas la describieron como "una hilarante comedia de acción" (The Verge) o "un filme que brilla con vitalidad, en gran parte gracias a las protagonistas" (Time). A pesar de ello, no alcanzó buenas cifras en la taquilla estadounidense donde recaudó 128 millones de dólares, frente a un presupuesto de 144. Los resultados acabaron con los planes de una posible nueva saga e incluso Feig llegó a afirmar que no rodaría más 'reboots' de clásicos del cine. Sin duda es una película que dividió opiniones: una parte del público la considera tonta e innecesaria, mientras que algunos críticos la consideran como una de las mejores comedias de los últimos años. Está disponible para su visionado en Netflix.
Jason Reitman toma, por sorpresa, el mando de una nueva entrega
En el año 2019 saltaba la sorpresa: el director Jason Reitman (hijo del director de las dos primeras películas) se iba a encargar de una nueva entrega de la saga, ambientada en el "universo" de la Los cazafantasmas de 1984 y obviando el 'reboot' de Paul Feig (lo que enfadó a una de las protagonistas de ésta: Leslie Jones). Tras salir a la luz el primer -y breve- 'teaser', pronto comenzaron los rumores sobre el retorno del reparto original. Pero, finalmente, descubrimos que la película estaría ambientada más de tres décadas después de las primeras hazañas de Peter, Ray, Eagon y Winston, y que estaría protagonizada por nuevos personajes que guardan algún tipo de relación con los ya citados.
El filme, que cuenta con el protagonismo de los jóvenes Mckenna Grace y Finn Wolfhard (secundados por Carrie Coon y Paul Rudd), nos cuenta la historia de una familia de tres miembros que se ven obligados a trasladarse a una vieja granja debido a que son desalojados de su casa por impago. Dicho lugar se los dejó en herencia su recientemente fallecido abuelo, que no tenía relación con la familia hace años y que mostraba un carácter huraño y misterioso con el resto de los habitantes de la localidad. La pequeña de la casa, poco a poco irá descubriendo objetos y secretos que harán que comience a conocer el pasado de su pariente.