El famoso actor mantiene una relación con su compañera de profesión desde 2002, cuando se conocieron y ella acababa de adoptar a su hijo.
Estoy totalmente de acuerdo con eso de que la frase de que el amor no tiene edad es sinónimo de que se puede amar a cualquier edad, no de que una relación entre un hombre de 40 años y una chica de 19 sea lo más idóneo. Lo siento, Risto, lo siento Kiko Matamoros, la respuesta es no. Y lo vuestro tampoco es edadismo. Sorry not sorry.
Sin embargo, puedo llegar a entender que a partir de cierto punto todo se equilibra, por eso sí que creo en la relación que mantienen desde hace más de 20 años los actores Harrison Ford y Calista Flockhart, a los que criticaron de forma muy dura cuando se supo que eran pareja.
No obstante, el paso del tiempo ha demostrado que lo suyo iba muy en serio y eso parece algo que el protagonista de sagas tan importantes como Star Wars o Indiana Jones tuvo claro desde el primer momento, como declaró ya hace años a la revista People. De hecho, al poco de conocer a Calista en una entrega de premios en 2002 también hizo lo propio con el hijo que acababa de adoptar esta, Liam, que tenía entonces unos seis meses. Actualmente el joven tiene 22 años y el pasado curso se graduó en la universidad, un acto al que asistieron orgullosos sus padres.
Además de mucho amor, algo que ambos actores se profesan es admiración, por eso la diferencia de edad nunca supuso un problema para Flockhart, que hace ya años confesó a la misma publicación, People, que para nada era un hándicap los 22 años que los separan, ya que ella ni siquiera veía eso: "Me encanta cómo está cuando se acaba de levantar. No diría siquiera que está guapo, sino que está mono, como un niño pequeño. ¿Sabes cuando te acabas de despertar y estás como desorientado y un poco hinchado? Pues así".
En la entrevista de Ford para la famosa publicación estadounidense, se deshacía hablando de su pareja y de su hijo pequeño contando los planes que les gustaban hacer entonces: los fines de semana sí o sí requerían de alguna actividad en familia, ya fuese paseos en moto o rutas de senderismo. Y sí, por supuesto entre esos hobbies también estaba lo de construir una casita para pájaros, ¿puedo haber algo que atienda más a un cliché norteamericano de familia feliz? ¡NADA! Y lo peor, o lo mejor, es que me creo que de verdad la vida de Ford, Flockhart y de su hijo haya sido y sea así.
Durante el vaivén de preguntas y respuestas entre el entrevistador y entrevistado sonó el móvil del segundo. Una llamada de la inconfundible e icónica protagonista de Ally McBeal. Él le pidió discretamente si la podía llamar más tarde cuando terminase con la entrevista y se despidió, por supuesto, con un "Te quiero".